Por qué respondemos a las emergencias
Estamos preparados para acudir a donde más se nos necesita. Durante los últimos cinco años, hemos aumentado nuestro trabajo en estados frágiles en un 18%. Ahora, casi uno de cada tres de los niños que apoyamos vive en los estados más frágiles e inaccesibles del mundo. Trabajamos donde es más probable que ocurran desastres y donde viven los niños y niñas más vulnerables.
¿Por qué? Las emergencias pueden privar a los niños de sus hogares y seguridad, dejándolos expuestos al abuso y la pobreza extrema. Con tu apoyo, intervenimos rápidamente cuando ocurre un desastre. Protegemos y llevamos esperanza a niños y familias vulnerables, apoyando a las personas desplazadas y a quienes buscan refugio a través de las fronteras. Les ayudamos a reconstruir, adaptar y aumentar su adaptación a largo plazo.