El pasado 1 de octubre, el equipo de World Vision España se reunió en las instalaciones de On The Red Box, en pleno corazón de Madrid, para celebrar el Día Mundial de Oración junto a las casi 100 oficinas que forman parte de nuestra Fraternidad Internacional. Fue un encuentro cálido y significativo, donde reafirmamos nuestra fe y nuestro compromiso como seguidores de Jesús en el servicio a la infancia más vulnerable.
Una jornada inspiradora
La jornada comenzó con una oración dirigida por nuestro CEO, Javier Ruiz Gaitán quien también presentó el programa centrado en el pasaje de Mateo 5:14-16:
“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.”
Este versículo fue el hilo conductor de toda la jornada, recordándonos que nuestra labor no solo tiene impacto social, sino también espiritual: somos llamados a ser luz, reflejando el amor de Cristo en cada acción.
Momentos de oración y reflexión
Nuestras compañeras Isa Calera y Beatriz Santamaría, ambas del equipo de Atención al Donante, guiaron con acierto los distintos momentos del encuentro, que incluyeron tiempos de oración por los niños, niñas, familias y comunidades más vulnerables, por nuestra lucha contra el hambre, por nuestra respuesta en emergencias y por nuestros compañeros en terreno, entre otros.

Meditación bíblica: Ser luz en medio de la oscuridad
Uno de los momentos más profundos fue la meditación bíblica a cargo del pastor y teólogo Fernando Méndez, miembro del Consejo Asesor de Iglesias.
El mensaje gira en torno a la enseñanza de Jesús en el Sermón del Monte, donde llama a sus seguidores «la luz del mundo». Se reflexiona sobre la importancia de la coherencia entre la fe y las acciones, resaltando que cada cristiano está llamado a reflejar la luz de Cristo en un mundo marcado por la oscuridad: injusticia, desigualdad y sufrimiento.
Ser «luz del mundo» implica vivir de forma que nuestras acciones beneficien a los demás y glorifiquen a Dios. La luz no debe esconderse, aunque el mundo sea difícil. Aunque nos sintamos abrumados, incluso una pequeña luz puede marcar la diferencia.
En el marco del Día Mundial de Oración, se recuerda que la acción y la oración deben ir unidas. Así, honramos a Dios siendo luz en medio de la oscuridad y ayudando al prójimo con nuestras obras.
Testimonios que iluminan y ejercicios que fortalecen
Uno de los momentos más conmovedores de la jornada llegó de la mano de Isa Calera, quien compartió un testimonio personal profundamente impactante. A través de su experiencia en medio del duelo, Isa nos mostró cómo es posible ser luz incluso en los momentos más oscuros, cuando confiamos en Dios y permitimos que Su consuelo transforme nuestro dolor en esperanza. Su historia nos recordó que la luz de Cristo brilla con más fuerza cuando se refleja en corazones quebrantados pero dispuestos a seguir amando.

Para cerrar el encuentro, Susanna Oliver, directora de programas, nos guio en una serie de ejercicios especialmente pensados para equipos que, como el nuestro, pasan largas horas frente al ordenador: redactando propuestas, justificando presupuestos, atendiendo llamadas de donantes o trabajando para que nuestra misión tenga visibilidad en buscadores y redes sociales. Fue un momento de renovación física y emocional, que nos ayudó a reconectar con nuestro cuerpo, nuestra vocación y con Aquel que nos llama a servir con excelencia y compasión.