Escapando de Kiev: la historia de Iryna
Iryna tiene 56 años y es abuela. Cuando empezaron a caer las bombas, huyó de Kiev en coche con su hija, su hijo y su nuera, y su nieta Annabelle (de 15 meses).
El esposo y los padres de Iryna, incluida su madre de 82 años, se quedaron en Kiev porque no tenían suficiente espacio en el coche. Su viaje se hizo aún más difícil debido a la discapacidad de Iryna, que le causa dolor en las piernas y le impide caminar con facilidad. Ella depende de su hijo para cuidarla.
La familia llegó a un pueblo en el sur de Ucrania, donde solo una semana después del conflicto, el número de personas desplazadas aumentó a 500 personas. Las personas desplazadas están siendo alojadas en una escuela cerca del hospital local. Están siendo atendidos por residentes y voluntarios con comida, agua y refugio.
Entrega de emergencia en Ucrania
El 6 de marzo, World Vision realizó su primera entrega en Ucrania, proporcionando alimentos, almohadas, mantas, edredones, sábanas, toallas, jabón, detergente y lejía para ayudar a personas como Iryna, a través del hospital local. Hay suficiente comida para dos semanas, que incluye pescado congelado, carne enlatada, harina, aceite, trigo, avena, pasta, mantequilla, sal, té y leche condensada.
Iryna dice: “Estábamos siendo bombardeados, estábamos aterrorizados, teníamos miedo. Tuvimos que dejar nuestra ciudad. Todo está siendo destruido y por eso hemos huido. Creemos que nuestra casa ha sido bombardeada en uno de esos ataques”.
Iryna está discapacitada y su hijo la cuida.
Ella continúa: “Nuestros hijos lloraban. Cogimos nuestros documentos y algunas pertenencias y huimos de allí. Esperábamos salir de la ciudad y cruzar la frontera. El funcionario de aduanas no nos permitió cruzar la frontera porque no teníamos algunos documentos y nos quedamos aquí como desplazados”.
Al recordar las escenas que dejó atrás, dice: “Hay muchos problemas, muchos problemas. La gente llora. No hay comida en Kiev. Esta es la segunda vez que presencio una guerra en mi vida.
Aunque nos proporciona ropa, alimentos, medicinas y artículos que necesitan los niños y niñas, aquí no tenemos duchas, pero estamos muy agradecidos. Necesitamos de todo aquí porque estamos desplazados. No hay suficiente agua para beber. Pero damos gracias a Dios por estar vivos”.
Más de 3 millones de personas han huido de sus hogares para escapar del conflicto en Ucrania.
Dejan atrás sus trabajos, pertenencias y a sus seres queridos, y necesitan nuestra ayuda urgente.