El matrimonio infantil a través de los ojos de los niños

El matrimonio infantil a través de los ojos de los niños

Cada año millones de niñas son forzadas a casarse, forzadas a renunciar a su derecho a la educación, a la atención sanitaria y a su bienestar y desarrollo físico y emocional. Forzadas a abandonar su infancia, forzadas a dejar de ser niñas. Para finales de esta década se calcula que 142 millones de niñas habrán sido obligadas a casarse.

El matrimonio forzoso expone a las niñas a la violencia y el abuso sexual. Las consecuencias en su educación y en su salud son impactantes: en algunos países, las complicaciones en el embarazo y en el parto son la principal causa de mortalidad de las adolescentes de entre 15 y 19 años.

Cuando se trata de países en conflicto, o de personas que han huido sin nada entre las manos, la probabilidad de matrimonios tempranos, es todavía mayor. Para muchas familias, entregarlas a hombres en los países de acogida es la única manera de poder asegurar que sus hijas tendrán un plato de comida en la mesa.

Además, los efectos secundarios que la COVID-19 está teniendo en la mayoría de países solo lo está empeorando. El matrimonio infantil ha aumentado drásticamente en países con Sudán del Sur o Bangladesh, en este último 462 niñas han sido víctimas solo en junio.

En World Vision promovemos la participación de las niñas y los niños para generar un debate desde sus comunidades sobre determinadas normas sociales y desarrollamos programas educativos que animen a las niñas a no abandonar la escuela y a recuperar sus vidas cuando han sido víctimas de matrimonio forzoso.

A continuación, niños de uno de los programas que World Vision tiene en Bangladesh, han plasmado en papel lo que significa para ellos el matrimonio infantil:

La violencia de género o el abandono escolar de miles de niñas con sólo 13 o 14 años, será un lastre para todas sus vidas que hará casi imposible que puedan tener autonomía económica en el futuro.

En World Vision trabajamos para erradicar el matrimonio forzoso a través de nuestros programas de educación, de salud y protección infantil. Creemos que solo abordando las causas profundas que están detrás de esta práctica se podrá acabar con el problema.

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