Ayudamos a las familias a mantenerse a sí mismas para que no sientan la necesidad de casar a sus hijas a una edad temprana o enviarlas a trabajar.
Financiamos la educación de las niñas y las ayudamos a alcanzar sus objetivos profesionales, incluidas las niñas apadrinadas. Muchas niñas apadrinadas se convierten en maestras, enfermeras y propietarias de negocios.
Desafiamos las normas sociales y las prácticas nocivas, trabajando con líderes religiosos y comunidades para reconocer y actuar sobre las injusticias de género y las prácticas negativas.
Involucramos a hombres y niños para asegurarnos de que reconozcan y cumplan su obligación de prevenir y poner fin a la violencia contra las niñas y las mujeres.
Proporcionamos formación a las niñas sobre sus derechos, cómo protegerse mejor, desafiando los desequilibrios de género existentes y comprometiéndonos activamente con la comunidad en general.
Protegemos a las niñas en emergencias, creando Espacio Seguros para la Infancia donde las niñas y los niños están protegidos del riesgo de violencia, tienen espacio para jugar y continúan con su educación.
También trabajamos dentro de los campamentos de refugiados para promover la igualdad de género y reducir la incidencia de violencia.
Brindamos apoyo médico, legal y psicológico, así como habilidades para la vida, formación vocacional y otro tipo de apoyo a las niñas afectadas por la violencia, incluidas las niñas ex soldados.