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30 de abril de 2021

Las madres nos dan la vida

Hay pocos vínculos tan intensos como el una madre con sus hijos, ellas están siempre a nuestro lado para ayudarnos y brindarnos todos los recursos que estén en sus manos. Da igual dónde se encuentre una madre, en qué parte del mundo, cuál sea su situación, o si es el primer hijo o el séptimo… porque siempre, siempre, hay algo en común entre todas: la preocupación porque su hijo o hija nazca sano, tenga acceso a una educación y que tenga un buen futuro.

A continuación te contamos algunas historias de madres coraje en distintas partes del mundo. 

Bassira vive con sus seis hijos en la aldea de Kalfou, Níger. Nos cuenta lo difícil que fue criar a sus hijos que estaban desnutridos a una edad temprana. La enfermedad de su primer hijo fue una situación muy difícil, empezó con una diarrea que empeoraba cada día. Cuando acudió al centro de salud le dijeron que estaba desnutrido. Todas las semanas tenía que ir al centro para coger plump´nut (un alimento terapéutico listo para usar). Al hijo de Bassira le llevó 7 meses recuperarse totalmente. Ahora, toda la familia está bien y ella es capaz de preparar una dieta equilibrada para todos sus hijos.

Acayo, a sus 59 años es madre de siete hijos, comenzó a trabajar a los 22 años como comadrona en el First Juba Teaching Hospital, en Sudán del Sur; completó su licenciatura en enfermería en Uganda y regresó para apoyar la necesidad de personal sanitario de su país. Podría haberse quedado, pero eligió servir a sus compañeras que necesitaban sus habilidades. 

Aunque trabajar en primera línea no es fácil y ser gerente supone mucho trabajo, ella nos dice: “Amo mi trabajo como enfermera. No puedo pensar en hacer otra profesión. Ayudar a las madres me mantiene fuerte e inspirada". 

 

 

 

Jennifer Collins, es madre de cuatro hijos. Además, con solo 28 años es teniente de la Estación 12 del Departamento de Bomberos de la Nación Navajo en Fort Defiance, Arizona, Estados Unidos; en donde está en la primera línea de la lucha contra la COVID-19. Su profesión requiere largas jornadas laborales y riegos continuos, pero su vocación por proteger a todos los que le rodean, a sus seres queridos y a sus hijos es lo que la llena cada día. 

La Sra Lin Nith fue madre a los 27 años, pero desgraciadamente su hijo, Phan Sareach, nació con un problema en el corazón. Con apenas 18 meses, su madre tuvo que llevarlo al hospital de Phnom Penh para que le realizarán una cirugía cardíaca por un defecto del tabique auricular. Esta operación no era barata, pero gracias a un préstamo de Healthy Box, una iniciativa de World Vision en la comuna de Banteay Thleay, en Cambodia, pudo salvar la vida de su hijo y ahora él está completamente sano.

Collette tiene 51 años y desde que nació su primera hija ha tenido que experimentar algunas situaciones difíciles de afrontar al ver que sus hijos no podían ser tratados con el equipamiento médico necesario. Cuando algunos de sus hijos se ponía malo, tanto ella como otras madre acudía al Centro de Salud de Kinyamakara en Ruanda, pero en algunas ocasiones sus hijos empeoraban debido al lamentable estado del centro de salud. Sin embargo, esto cambió con la ayuda de World Vision, y ahora las madres ya no tienen que sufrir cuando sus hijos necesitan ayuda médica. 

Apoya a una madre y asegura que su hijo o hija tenga todo lo necesario para crecer sano

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