Pero, ¿qué pasa en el corazón de una madre cuando no hay nada que que cocinar?
Saber que no tienes nada para alimentar a tus hijos es una de las peores cosas que una madre puede imaginar. A nivel mundial, millones de madres enfrentan la angustia de ver a sus hijos pasar hambre.
En muchas sociedades de todo el mundo, se espera que las niñas y las mujeres coman las últimas, menos alimentos y de peor calidad. Esto no solo causa múltiples problemas de salud para las mujeres. Refleja, y refuerza, la realidad de que el estado nutricional está sesgado por el género.
La COVID-19, el conflicto violento y el cambio climático solo están empeorando las cosas. Para diciembre de 2020, las Naciones Unidas estimaron que 270 millones de personas tenían un alto riesgo de padecer, o ya se enfrentaban, a niveles agudos de hambre.
Esto no solo significa que millones de niños están desnutridos, en puntos críticos de su crecimiento y desarrollo. Significa que en innumerables hogares desde Yemen hasta Afganistán, Etiopía hasta el norte de Nigeria, las madres tienen dificultades para comer.