Mucho se ha dicho sobre el trabajo infantil y los efectos que este tipo de trabajos causan en la vida de los millones de niños y niñas que se encuentran actualmente trabajando en condiciones precarias alrededor del mundo. Por eso, en este artículo os contaremos cuáles son los mitos, falsos y verdaderos, que se ciernen sobre el trabajo infantil.
1. El trabajo infantil es necesario si los niños necesitan salir de la pobreza
El trabajo infantil es comúnmente visto como el único medio en que las familias pueden sobrevivir a la extrema pobreza; pero la realidad es que esto sólo agrava el problema.
La educación es necesaria para que los niños puedan adquirir habilidades y desarrollarse como personas, lo que los llevará, en el futuro, a conseguir mejores empleos y a tener mejores oportunidades. Pero cuando un niño trabaja, está dejando de lado la educación para invertir su tiempo, su salud y sus energías en trabajos que los privan de vivir su infancia, descubrir su potencial y proteger su dignidad.
2. Trabajé cuando era niño: ¡el trabajo no hace ningún daño!
Es diferente hablar de un trabajo para niños que de un trabajo infantil. Si nos referimos al primero, estaríamos imaginando un empleo ligero, con un número limitado de horas, con un pago justo y con el respeto de los horarios dedicados a la educación; pero si nos vamos a lo que conocemos como trabajo infantil, hablamos de peligro, explotación y abusos hacia niños que en la mayoría de casos tienen menos de 14 años.
Actualmente, 265 millones de niños son trabajadores y 168 trabajan en lugares que afectan negativamente su desarrollo humano.