Muchas madres del mundo carecen de la oportunidad de llevar a cabo un proceso informado y respetado sobre la alimentación de sus bebés que, unido al nulo acceso al sistema sanitario, provoca que muchas de ellas alimenten a sus hijos con agua no potable o leche de cabra poniendo la vida de los pequeños en juego, la mayoría de las veces fruto del desconocimiento y la desesperación.
Si apadrinas a un niño o niña, aseguras que siga unos controles médicos, que sus madres reciban formación y apoyo necesario para sacarle adelante y que pueda crecer sano y fuerte.