Debido a que el enfoque desde el principio es equipar a la población local para liderar un cambio transformador y duradero, las comunidades están más empoderadas, confiadas y cuentan con recursos para enfrentar cualquier desafío nuevo que surja.
La pandemia de COVID-19 nos ha recordado que el futuro nunca es seguro, pero tener la capacitación, la mentalidad, las asociaciones y la preparación adecuadas para enfrentar los nuevos desafíos puede marcar la diferencia.
En Senzani, Malawi, donde el programa de apadrinamiento terminó recientemente, la comunidad instaló una infraestructura importante, como pozos profundos para proporcionar agua limpia y un centro de tratamiento del VIH donde las personas pueden hacerse las pruebas y recibir apoyo. Pero los miembros de la comunidad dicen que la diferencia más significativa provino de empoderar a la población local para liderar el cambio. Y eso continuará ayudando a Senzani a enfrentar los desafíos en los próximos años.
Frank Magetsi, un ex trabajador de desarrollo de World Vision en Senzani, que ayudó a la comunidad a enfrentar un brote de cólera, dice que equipar a la comunidad con las instalaciones de higiene y el conocimiento que necesitaban para vencer la enfermedad salvó muchas vidas, y no solo en ese brote, sino en los años venideros.