“Mucha gente de Bangladesh trata a las niñas como una carga. Mi madre también fue una víctima”, comparte Dola. Recuerda haberle pedido a su madre que describiera recuerdos de su infancia. Su madre contó que le habían obligado a contraer matrimonio a los 13 años. "Desde su infancia tuvo que dirigir una familia".
“Ella soñaba con convertirse en banquera, pero su padre y su madre la trataban como una carga”, dijo Dola. “La obligaron a casarse. Se enfrentó a violencia física y mental por parte de su esposo".
Dola estuvo a punto de sufrir la misma suerte a los 12 años cuando los miembros de la comunidad insistieron en casarla con “un chico muy bueno”. La madre de Dola los rechazó, decidida a mantener a su hija en la escuela. No veía a Dola como una carga. Sabía que su hija era una bendición.
Inspirada por su madre, Dola ha estado abogando con World Vision para poner fin al matrimonio infantil desde que tenía 10 años. Dola, ahora con 16 años, continúa demostrando que las niñas son una bendición para sus familias. Al dirigirse a las Naciones Unidas en el Día de la Niña 2019, declaró: “Las niñas no son una carga. Las niñas pueden llegar más lejos de lo que imaginamos".