Involucrar a los líderes religiosos también es fundamental para cambios sostenibles en las normas sociales que pueden obstaculizar o ayudar a los esfuerzos para poner fin al matrimonio infantil. En Uganda, los niños y los líderes religiosos se han unido en forma igualmente poderosa. Las actividades del Club de la Paz de World Vision han empoderado a los adolescentes para defender los derechos del niño y la niña, que van desde la protección contra la violencia hasta el matrimonio infantil. Los líderes religiosos organizaron y apoyaron a los niños para que se convirtieran en campeones del cambio de comportamiento en la comunidad y ayudaron a reducir los casos de matrimonio infantil. Basándose en campañas masivas de "regreso a la escuela", han seguido reduciendo la incidencia del matrimonio infantil a pesar de la pandemia, mediante mensajes comunitarios, sensibilización, visitas puerta a puerta y programas de radio.
Un movimiento por el cambio.
Inspirándose en estos ejemplos, en más de 35 países, los niños y niñas lideran a sus comunidades, compañeros y simpatizantes.
Sin estos llamados al cambio, el matrimonio infantil corre el riesgo de ser visto como demasiado complejo, demasiado tabú o simplemente demasiado costoso para cambiar. Sin un mandato público para el cambio, poner fin al matrimonio infantil se derrumba en las listas de tareas pendientes ya desbordantes de los líderes. A pesar de esto, miles de personas en 35 países están optando por defender a las niñas y cambiar su futuro.
A nivel local, nacional y mundial, al unirte y pedir el fin del matrimonio infantil, las comunidades, los niños y las personas que apoyan a World Vision estamos demostrando el poder de actuar como un movimiento. Haciendo fuerza a través de las fronteras, estamos tomando la decisión de alzar la voz contra el matrimonio infantil. ¿Y tú? ¿Elijes unirte a ellos?